mercoledì 15 agosto 2012

Multilingüe Rosario - Los Misterios Gozosos meditado por Don Antonio D'Osasco - Español


Multilingüe Rosario - Los Misterios Gozosos

meditado por Don Antonio D'Osasco


Traducido por Grazia Cadau


Español


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¡Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma, te adoro!

Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame.

Dime qué debo hacer, dame tus órdenes.

Te prometo someterme a todo lo que desees de mí

y aceptar todo lo que permitas que me suceda.

Hazme tan solo conocer tu voluntad.


PRIMER MISTERIO GOZOSO

Por primera vez, sólo a María, es revelado el misterio de amor de la Trinidad. El arcángel Gabriel le revela a la Virgen la existencia, en Dios, del Padre, del Hijo Jesús y del Espíritu Santo. Las palabras pronunciadas por Isaías más de 700 años antes se hacen realidad: ‘He aquí, la virgen concebirá y parirá hijo y le llamará Emanuel’.
Llega la salvación, se vuelven a abrir las puertas del Paraíso, no ya del terrenal, sino del celestial, para toda la eternidad. Con el anuncio de la encarnación de Jesús, Dios no nos quiere imponer su deseo de salvar la humanidad. Lo hace depender del consenso de María, de su ‘Sí’: «He aquí la esclava del Señor: hágase en mi tu palabra».
Y todo cambió en la historia del hombre.

Gracias, Maria


SEGUNDO MISTERIO GOZOSO

María está embarazada y llega a saber del Ángel que también su prima Isabel, ya mayor, está embarazada. No la asustan los 150 kilómetros que tendrá que hacer para ir a cumplir un gran acto de caridad. Es maravilloso el diálogo entre estas dos madres, y lo es también el diálogo, silencioso y escondido, entre los dos hijos aún en el seno de sus proprias madres. Juan Bautista se extremece de gozo al escuchar el saludo de Marìa a Isabel.

Gracias, María, llena de gozo


TERCER MISTERIO GOZOSO

Después de un segundo viaje, igualmente largo, para cumplir una ley civil, la del censo, María da a la luz su hijo. Con un solo versìculo Lucas anuncia un segundo Big-Bang, una nueva creación que cambiará la historia de la humanidad.
Todo occurre en un lugar que, como dijo el profeta Michea (5,1), se hará famoso,: «Y tú Belén, tierra de Juda, de ningún modo eres la más pequeña».
Esto no es todo, Jesús ve la luz en una cueva de pastores; no, come Rey de los reyes, en un palacio real, sino entre los brazos de una madre dulcísima y poco más que adolescente. A lado de Ella y de su amor está el amor de José.
En Belén, que significa ‘casa del pan’, nace Jesús. Él que se hará pan en la Eucaristía, para ser comido por todos los creyentes.

Gracias, María, grazias, Jesús.


CUARTO MISTERIO GOZOSO

Siempre para cumplir la ley (esta vez la ley religiosa de Moisés) los padres llevan a Jesús al Templo para ofrecerlo al Señor.
No se refiere ninguna palabra de María y de José, pero resuenan elocuentes en el Templo las de Simeón, “hombre justo y piadoso” que, movido por el Espíritu, acoge al niño en sus brazos...como podemos hacer nosotros quando lo recibimos en la Comunión Eucarística.
Esclarecedora y al mismo tiempo terrible es la profecía de Simeón (2,34): “Éste está aquí para la ruina y la resurrección de muchos” y a María le dijo (2,35): “y a tu misma alma la trapasará una espada”.
Después de él también la profetisa Ana “se puso a dar gracias a Dios y hablaba del niño a los que estaban esperando la redención”.

Gracias, María, y gracias, José.


QUINTO MISTERIO GOZOSO

Jesús sólo tiene 12 años y por su primera vez participa a la fiesta ebraica de la Pascua en Jerusalén, con María y José.
Por un malentendido, mientras están regresando a Nazaret después de un día de camino, María y José se dan cuenta de que Jesús ya no está con ellos. En la caravana, a menudo, los hombres andaban entre ellos, separados de las mujeres y los niños podían estar con un grupo u otro. El angustia en el corazón de María y José es grande. Ya ha pasado un día de camino y otro día pasa para volver a Jerusalén. Es en el tercer día que lo encuentran en el templo con inmenso gozo. “Tu padre y yo te hemos estado buscando muy angustiados. Les contestó: ¿Por qué me buscábais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme en los asuntos de mi Padre? Ellos no comprendieron lo que les decía”.
Jesús afirma de manera muy explícita por primera vez que tiene a Dios como padre y de esto nos hablará en miles de ocasiones, revelándonos Su rostro, Su misericordia y Su Amor.
Misterio de gozo este de Jesús hallado en el Templo, mas precedido de mucha angustia y aprensión: la espada que Simeón había profetizado empieza a trapasar la vida y el alma de María.

Gracias, Jesús, gracias, María.

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